jueves, 7 de julio de 2011

¿MEDIOS DE INFORMACIÓN O DE CONFUSIÓN?

Yo me pregunto muchas veces ¿en qué país estamos? ¿en un país donde al leer ciertos diarios, revistas de espectáculo , de moda ,creemos estar informados ? y a la respuesta que me llega es lamentable . Siempre estamos distraídos con temas superficiales que nada tienen que ver con nuestra realidad política , económica ni social., más nos interesa si cierto famoso es feliz o si algún futbolista fue ´´ampayado ´´siendo infiel a su esposa con una vedete, o si hubo ´´dimes y diretes´´ entre bailarinas, etc. y entonces es lo que permitimos que ´´los de arriba ´´manejen el país como se les venga en gana y nosotros siempre ser oprimidos muchas veces sin darnos cuenta .por qué no dejamos de ser espectadores de nuestra realidad y tomamos una verdadera conciencia.

DESCONFIAR DE LO QUE NOS INFORMAN ES UNA MANERA DE PROTEGERNOS
Los mágicos medios de comunicación pueden hacer cualquier cosa, desde convertirnos a unos vándalos hasta determinar qué celular debemos tener, que ropa debemos vestir o a qué lugar debemos acudir a adquirirlas dichas prendas.
Los medios masivos no hacen investigación, su periodismo es superficial, obedecen a sus jefes-empresarios, y sólo las catástrofes, los sucesos y los mensajes políticos dirigidos desde el poder encuentran espacio. Generalmente para los medios masivos los pobres son noticia en sus miserias; en cambio los ricos lo son en sus glorias, por ejemplo, cuando ocurre un crimen en una familia pobre, los periodistas filman todo, en cambio, cuando ocurre un hecho violento en la casa de “gente de  bien”, no muestran nada por “respeto al honor y al dolor de la prestigiosa familia. ¿Acaso el dolor de los pobres no merece respeto?

MEDIOS Y PODER ECONÓMICO
El poder económico casi siempre es dueño o aliado del poder mediático, y del poder político. Los gobiernos neoliberales y liberales, pueden hasta perder el control del Estado, del Gobierno, inclusive de la policía y el ejército; pero lucharán hasta las últimas consecuencias para no perder tan valiosos instrumentos como son los aparatos ideológicos (medios de comunicación).

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